A los prejubilados, a veces, la vejez les cae encima súbitamente. Al principio hacen trabajos familiares: nietos, diversas compras… Otras veces se encuentran con otros jubilados y tienen tertulias, y otros juegan enormes y sonoras partidas de dominó, como ocurre en La Terraza del Mosto.
A algunos jubilados los calificamos de vigilantes de las obras en la ciudad. Hay muchos que fueron luchadores en su edad madura y se han apartado de la acción social. Tengo la sensación que se sienten derrotados.
No le pasó lo anterior a Paco González que ha fallecido hace unos días a los 66 años. Por su compromiso cristiano católico, militó sindicalmente en USO y CC.OO. desde su trabajo en la bodega Williams Humbert. Destacado animador en la huelga de la vid, responsable del periódico “El Diario de la Huelga” que a primera hora recibían los huelguistas. Militó en Cáritas, Siloé, orfelinato en Munhava, Mozambique. No fue derrotado. Descansa en paz.