El Primer Ministro Inglés, David Camerom, ha presentado varias condiciones para continuar en la Unión Europea. Condiciones que van contra el espíritu de la Unión, y presentadas a causa de la presión de los euroescépticos ingleses. El gobierno conservador de Margaret Thatcher, en 1984, impuso a la Unión la devolución de la aportación inglesa, con el argumento de que no recibían casi nada de la Política Agrícola Común. Interesadamente no pertenecen a la Unión Monetaria, porque la concentración del negocio financiero mundial, especulativo, está enclavado en el antiguo Londres: La City, real poder inglés. La City quiere mas libertad de acción en la opacidad fiscal. El negocio es el 10% del PIB inglés. La insolidaridad, al igual que los secesionistas catalanes, es el motor de los partidos conservadores, tanto de allí como de aquí. Pero seguirán bebiendo sherry. Goodbye England.