¡La que se ha armado con las vestimentas en el Congreso! Comenzó en muchos lugares con los Magos de Oriente. No es nuevo. El pensamiento único también se refleja en el modelo de las vestimentas. Hace más de 45 años, cuando era joven, nos obligaban en el trabajo a volver a casa cuando aparecíamos sin corbata o sin chaqueta en verano. Pedíamos permiso para salir a la hora de salida: “¿desea Vd. algo más?”. El pelo cortito. A las chicas acudir con faldas, no podían fumar y cuando se casaban las invitaban a marcharse con el pago de una dote. La clase dominante no ha cambiado, dice lo mismo ahora: están sucios, están mal vestidos, se llevan al bebé al trabajo. Van en jersey. Es la invasión de la chusma. Sí, esos que rodeaban el Congreso, han entrado en él. Alguna parlamentaria ha dicho que no le vayan a pegar los piojos. Los de siempre van vestidos con trajes a medida, como el ex presidente Camp, en sastrerías de lujo.