La realidad a veces es tan contumaz que destruye las ilusiones. En política ocurre. En las campañas los líderes se confunden, porque las gentes atienden, son agradables. Hasta nos dicen: “adelante, cuenta con nosotros”. El “nosotros” es una confusión, porque se erige en representante del pueblo y apenas si se representa a él mismo. La derecha, la izquierda, y el centro, si es que esto existe, hablan en nombre del pueblo, de los trabajador
es, de las clases medias, de la nación, y apenas, el que más, representa al 15% de la población. España es católica, es otra confusión. Si fuera así, según las encíclicas sociales, España sería el país mas progresista del mundo. Tanto amor a los pobres y solidaridad y cada día la brecha es cada vez mayor, los pensionistas tienen menos poder de compra, las leyes laborales se alejan de las encíclicas papales. Hay que tener los pies en el suelo, de lo contrario sería
esquizofrenia. Me recomendaban en Bogotá: «Hay que tener cabeza fría y corazón caliente»