
colipavos

besitos

patos hacia Doñana
A mis 71 años y 17 días, como si fuera una larga condena, entre trabajito y trabajito en la huerta, es necesario hacer un descanso. Las fuerzas no son las de antes. Me sirven los descansitos para observar las idas y venidas de diversas aves a beber en los aguaderos para las palomas. Por la mañana cientos de pájaros van hacia el este en busca del sol. Al atardecer vuelven hacia el oeste. El día solar es mas largo para ellos. Pero me fijo en una collera de palomas que todas las tardes se pisan una a otra. Se hacen caricias, se dan de comer en el piquito, se arrullan, y una se monta en la otra y a continuación al revés. Todos los días. Llevo varios meses observándolo. Existe la homosexualidad en la naturaleza. No son antinaturales las diversas opciones del amor, del apareamiento, entre seres del mismo sexo. Estas observaciones me quitan prejuicios ante las personas, al fin y al cabo animales racionales.