De las poesías que tengo de cabecera y que siempre me aportan algo, está la de nuestro paisano Caballero Bonald: “Espera”, del libro “Las adivinaciones”. El gran sufrimiento por la ausencia de un amor apasionado y añorado. “Que me hice sangre en las palabras de repetir tu nombre, de lastimar mis labios con la sed de tenerte…” Poema que bien podría haber sido musicado por nuestros grandes compositores de la canción española o andaluza: Los maestros Quintero, Manuel Alejandro, Gallardo, Cepero.
Jeanette en 1981 cantaba “Toda la noche oliendo a ti” y posteriormente interpretada por la gran Rocío Jurado de forma sensual y como ella sola sabía hacer: “Tantas veces recorriste tantas veces mi cara con tus labios…Tantas horas, estuvimos tantas horas, confundidos y abrazados, que al llegar a mi casa, me pasé… Toda la noche oliendo a ti…”. Miguel de Molina, torturado, exilado, cantaba “La bien pagá” que actualmente puede cantar con esa emoción Miguel Poveda: “Que he pagao con oro, tus carnes morenas, no maldigas paya, que estamos en paz”. Jerez debería crear un certamen sobre la copla española, andaluza.

Miguel de Molina: «La bien pagá»
ESPERA
José Manuél Caballero Bonald, de «Las adivinaciones»
Y tú me dices
que tienes los pechos rendidos de esperarme,
que te duelen los ojos de estar siempre vacíos de mi cuerpo,
que has perdido hasta el tacto de tus manos
de palpar esta ausencia por el aire,
que olvidas el tamaño caliente de mi boca.
Y tú me lo dices que sabes
que me hice sangre en las palabras de repetir tu nombre,
de lastimar mis labios con la sed de tenerte,
de darle a mi memoria, registrándola a ciegas,
una nueva manera de rescatarte en vano
desde la soledad en la que tú me gritas
que sigues esperándome.
Y tú me lo dices que estás tan hecha
a esta deshabitada cerrazón de la carne
que apenas si tu sombra se delata,
que apenas si eres cierta
en la oscuridad que la distancia pone
entre tu cuerpo y el mío.