El presidente de Iberdrola ha intervenido en la presentación de una fábrica de baterías en Sagunto, en la que ha llamado “tontos” a los que no son sus clientes en el consumo de su energía eléctrica. Risas de Sánchez Galán, gesticulando, y le acompaña a carcajada el alemán presidente de Volkswagen. ¡Que risas!, Que bien lo pasan ofendiendo a los clientes, porque esos ciudadanos “tontos” compraran “automóvil del pueblo” que es lo que significa esa marca promovida por Adolf Hitler en 1930. Dos listos.
El presidente de Iberdrola es el primero en salarios de 50 empresarios, con un sueldo anual, repito anual, por parte de Iberdrola de 13.205.000 €. Pues claro que se ríe. Pero además está investigado en el caso Villarejo por encargar a espiar a competidores. Está “imputado” junto a tres consejeros. Investigados por encargar espionaje están también los expresidentes del BBVA, de Repsol, Caixabank… ¡Vaya cúpula de dirigentes empresariales! Está de moda eso de los espías. ¿A usted no le espían? Es que no será importante.
Quienes pagan a esos empresarios son los consumidores que adquieren sus productos, y en el precio llevan su plusvalía. No se puede reír el presidente de Iberdrola de los consumidores. Desde la quiebra de Lehman Brothers en 2008, se habla de la crisis del sistema capitalista, que hay que reformarlo porque está deformado. Pero desde entonces surgen estos cómicos que se ríen de quienes no pueden llegar a fin de mes y pagar la factura de la luz.