Dos veces he leído el escrito del Sr. Obispo de Jerez sobre la Cuaresma. En él, hace una mención a los llamados enemigos del alma: “El mundo, el demonio y la carne” Me quedo confuso por la falta de explicación de esos conceptos, que para las personas laicas se pueden imaginar que es retirarse a un convento, no ver cómo el demonio se encarna en la injusticia y la acumulación del poder y el dinero, y sobre la carne, pues será eso de abstenerse de comerla durante la cuaresma.
Cuando vivimos aislado del mundo real poco se puede decir sobre los padecimientos del “mundo”. El demonio está presente en la ambición de figurar, en la extorsión de la economía, en no pagar impuestos, en prestar oídos a la adulación política. No se trata de “El Verbo se hizo carne…” sino de algo malicioso, pues se considera a la persona como animal de malos instintos, no como imagen de Dios. En fin, yo el primero.