Me comenta una vendedora de higos chumbos, alrededor de La Plaza, que es una pena que se pierdan las chumberas y lo peor es que nadie haga algo por salvarlas. Tiene razón en su pesar. En mis viajes al sur de Murcia y Levante de Almería, me parezco al capitán Tan del programa infantil Los Chiripitifláuticos, he comprobado el desastre de las chumberas, las Opuntia ficus-indica. La cochinilla, Dactylopius opuntiae, que da el mas puro colorante rojo, la está matando. La chumbera fue traída desde Latinoamérica, Méjico, para extraer el colorante y se extendió por los países del área mediterránea. Sus frutos son típicos en puestos ambulantes durante el verano, pero en países latinoamericanos están presentes en las grandes superficies comerciales. Están enfermas. Se puede ver el desastre ya en la carretera de Cortes. Me decía la vendedora: “en pocos años desaparecerán, y nadie hace algo por remediarlo”. Como son emigrantes de hace 400 años, ¡Pues que se marchen! También se tendrán que retirar de los nacimientos en Navidad.