Salada claridad, por la acepción de “persona salada”, simpática, ocurrente. Me divertí en el Teatro Villamarta, asistiendo al espectáculo “CÁDIZ”, promocionado por la Junta de Andalucía.
Una puesta en escena de lo que es Cádiz, desde las habaneras, a los tanguillos, a la malagueña, y las alegrías, que para ellas son geniales los gaditanos. Bailaba “El Junco”, con fuerza, técnica, compás y sobre todo “de hombre”, sin dejar que las manos y los brazos se le fueran como mariposas abaniqueantes, que estamos viendo últimamente en los bailaores masculinos.
El cante de Mariana Cornejo, voz afillá pero llena de sentimientos femeninos, y Carmen de la Jara. Un cuadro de bailaores y bailaoras muy bueno, elegante y vestidos de forma preciosa de los años veinte, en conjunto con su peinado. Se recordaba una visita de “La Argentinita” a Cádiz para formar compañía de espectáculo. Toda la representación con una urdimbre bien tejida y la intervención graciosa y cantaora de dos personajes gaditanos, llenos de chispa y gracia que unían escenas. Las guitarras pasables, la soleá pasable, la seguiriya sin rematar pues terminaron demasiado pronto por bulerías.
En conjunto un aire fresco, que se agradece en esta ciudad que pega tantos tiritos a Cádiz y no se da cuenta de la complementariedad de las ciudades de la bahía y la campiña. Gracias Juan José Téllez, los jerezanos que asistimos al espectáculo quedamos contentos y risueños. Los que puedan ver “Cádiz” que no se lo pierdan.