Dicen que por la época de las berenjenas, a la mujer se le cae la melena, y en el libro Kama Sutra afirman que tiene, a quien las come, el poder de aumentar el tamaño del órgano genital masculino. De su origen se sabe poco, pero se afirma que proviene de Asia, introducida en España por los árabes. Aportan diferentes minerales, tiene poder diurético, y útil para las personas diabéticas. La berenjena tiene infinidad de recetas, desde la mermelada de los israelitas, a la musaka griega, o las berenjenas con miel en Córdoba y Granada.
Alboronía, pisto, ratatouille, son nombres para un plato parecido, La alboronía, o boronía, parece ser que viene del árabe “al-baraniyya” y otros dicen que proviene de un guiso que inventó laesposa del califa Al-Ma´mun, llamada Al-Buran y le llamaron al plato “buraniya” y de ahí el nombre.
La cocina de temporada es la mas barata y la que nos puede aportar alimentos sanos. Para hacer la boronía, nos llegamos al Mercado de Abastos, “La Plaza” y nos dirigimos al puesto nº 21, regentado por Pilar, que pone a la venta muchos productos directamente de su huerta. Allí podemos comprar todos los ingredientes huertanos, a saber: Una berenjena, un calabacín, un trozo de calabaza de plato, dos tomates, una cebolla nueva, un diente de ajo, un pimiento. También un poco de pimentón, aceite de oliva, sal y un poco de orégano. Estas cantidades dan para tres o cuatro personas. Pilar nos da la receta.
Lavamos las verduras y cortamos las berenjenas, el calabacín, el pimiento y el trozo de calabaza a cuadritos. Quitamos la piel al tomate, escaldándolo por ejemplo, y lo cortamos pequeño.
En un sartén calentamos el aceite y sancochamos, poner transparentes sin dorar, la cebolla, el ajo y el pimiento, todos picados. Le añadimos la berenjena, el calabacín y la calabaza. Lo reogamos, sin dejar de mover, y le añadimos los tomates, una cucharadita de las de café de pimentón, su sal y una pizca de azúcar para contrarrestar la acidez del tomate. Y al fuego con cariño, lentamente, se deja que se haga, removiendo para que no se pegue el fondo. No necesita agua, pero si estuviera muy seco se le añade medio vaso de agua.
Veinte minutos y ya podemos consumirla con huevos revueltos, con diversas pastas: macarrones, espaguetis, espirales; en una fuente con queso y carne picada y al horno, como acompañante de carne o con unas patatas fritas al bastón.
Gastronomía mestiza: ¡que buena!
(Publicado el 18 julio 2008)